Se ha cubierto de gloria el Parlamento de Canarias con su propuesta para el ‘Día de las Letras Canarias 2012’. A iniciativa del lumbrera de Sigfrid Soria han planteado el nombre del insigne científico lanzaroteño Blas Cabrera Felipe que, represaliado por la dictadura franquista, terminó su brillante carrera en el exilio mexicano, donde falleció en 1945. Un hombre de indiscutibles méritos en la física, pero que poco o nada tiene que ver con las letras.
Tal vez nuestros diputados gozan con la prosa de ‘La teoría de los magnetones y la magnetoquímica de los compuestos férricos’, ‘Principios fundamentales de análisis vectorial en el espacio de tres dimensiones y en el Universo de Minkowsk’i o ‘Estado actual de la teoría de los rayos X e Y. Su aplicación al estudio de la estructura de la materia.’
Y hayan contenido poético en ‘Principio de relatividad’ o ‘Paramagnetismo y estructura del átomo y de la molécula’. Pero me temo que no, que el problema es que no tenían ni pajolera idea de lo que proponían.
Ya en esta misma legislatura hubo otro antecedente disparatado cuando los diputados Carlos Ester y Australia Navarro pidieron a la consejera de Educación, Milagros Luis Brito, que exigiera a la editorial Akal que rectificara el "lesivo y deplorable" trato dado a Canarias en su manual sobre la asignatura de Educación para la Ciudadanía.
Los inteligentes diputados montaron un cirio por un texto que ni era un manual ni estaba en los colegios de las Islas. Se trataba de un libro de filosofía en el que se recogían los particulares puntos de vista de su autor, que se pueden compartir o no.
Pero pedirle que rectificara sería tanto como solicitarles a Vargas Llosa o a Gabo que modifiquen algunos párrafos de sus obras. Semejante ridículo, por un acto mezcla de ignorancia supina y mala fe, no produjo el menor rubor en Navarro y Ester; igual hasta quedaron contentos con su hazaña.
Ahora sucede igual, tres años después, con esta propuesta para el Día de las Letras Canarias que demuestra, además, la enorme descoordinación de este Parlamento que agoniza. Porque su mesa, con la presencia de Antonio Castro, Paquita Luengo y Cristina Tavío, adquirió con la Fundación Pancho Guerra el compromiso de promover que tan señalada fecha sirviera para reconocer la obra del escritor tirajanero, autor de ‘Los cuentos famosos de Pepe Monagas’ o del extraordinario ‘Léxico de Gran Canaria’, del que se cumplió el centenario de su nacimiento el pasado año.
De todos modos, la cancaburrada parlamentaria abre nuevas puertas a iniciativas creativas en nuestra Comunidad. Así, se podía proponer el premio Canarias de Deportes para Los Sabandeños, el de Bellas Artes e Interpretación para Pedrito, el de Comunicación para la ex consejera Rita Martín y, ya puestos, el de Acciones Altruistas y Solidarias al generoso juez del caso Tebeto. Todo se andará.
Nos mudamos de sitio
Hace 10 años
El mundo al revés, claro ahora empiezo a entender la psicología del político canario, aunque la duda sobre su procedencia aumenta. Pensaba yo que emanaban de la sociedad y que la misma había evolucionado notoriamente, bueno no se si e utilizado la palabra evolución correctamente sera acaso involución, fuerte lío tengo, sera por culpa de Cupido.
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