Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del último trimestre de 2010, publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), confirman la grave situación de Canarias: 314.400 desempleados, el 28,89% de su población activa, ocho puntos y medio por encima de la media estatal (20,33%), que tampoco es un porcentaje como para tirar voladores, y que se sitúa entre las más altas de la Unión Europea.
Canarias casi triplica, por cierto, la tasa del País Vasco, 10,89%, la comunidad con mejores datos por delante de Navarra y Cantabria, ambas por debajo del 15%.
Se desactivan, una vez más, los discursos de los gobiernos de Canarias, el del PP y CC hasta octubre, y el actual de CC en solitario, que han venido prometiendo alegremente 20.000, 40.000 y hasta 80.000 empleos en plan subasta, desarrollando una desvergonzada actividad propagandística en un asunto demasiado serio para que jueguen con el sufrimiento y las esperanzas de los ciudadanos y ciudadanas.
Aunque siempre les queda, lo hacen con demasiada frecuencia, la estrategia de achacar el aumento del paro en esta tierra a las erróneas y erráticas políticas de Rodríguez Zapatero; y, por contra, atribuir su disminución, cuando se produce, a los brillantes aciertos del Ejecutivo canario. Un discurso que ha dejado de ser creíble.
Lejanos ya los tiempos en que, al comienzo de la actual legislatura autonómica, el ex consejero de Empleo y actual titular de la cartera de Economía y Hacienda visualizaba que el pleno empleo estaba a punto de alcanzarse, el Ejecutivo canario se empeña en los últimos dos años en desarrollar un doble lenguaje respecto a la evolución del empleo en el Archipiélago.
Por un lado, ante la opinión pública transmiten su compromiso de generación de decenas de miles de puestos de trabajo a corto plazo. Por otro, en los Presupuestos de la Comunidad Autónoma, de conocimiento mucho más restringido, reconocen que el desempleo permanecerá estable en 2011 y que, a lo sumo, se reducirá alguna décima, lo que equivale a la preocupante estabilidad en torno a los 300.000 parados.
Las previsiones de crecimiento económico de Canarias para el presente año, en torno al 1%, dadas a conocer recientemente por el consejero de Economía y Hacienda, mejoran ligeramente los pronósticos reflejados en las cuentas públicas (0,4%), pero confirman al mismo tiempo que en 2011 no se generará empleo neto (haría falta un crecimiento superior al 2%) y que, como mucho, se frenará la brutal destrucción de empresas y de puestos de trabajo de los últimos años, que nos ha situado a la cabeza del paro en Europa y que ha disparado los niveles de empobrecimiento de la población de las Islas.
Eso sí, consuela bastante que el presidente Rivero analice la EPA y concluya que "Canarias es de las comunidades donde menos se incrementa el paro"; o que Soria, por su parte, reflexione sobre el poco éxito de las medidas de los Gobiernos de España y de Canarias en materia de empleo, como si él no hubiese estado al frente de la economía canaria hasta hace tres meses.
Tengo la impresión de que hay 314.400 razones para pensar que uno y otro , Rivero y Soria, Soria y Rivero, debieran asumir, al menos, su cuota de responsabilidad, renunciando además al electoralismo y a las falsas promesas en tan dramático asunto. Aunque mucho me temo que no caerá esa breva.
Nos mudamos de sitio
Hace 10 años
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