lunes, 21 de febrero de 2011

La rebajada democracia del 36%

El 36% de los turistas que visitan Gran Canaria, repiten. El 36% de españoles se declara católico practicante. Marte tuvo un océano que cubría el 36% del Planeta. El correo electrónico móvil en teléfonos creció en España un 36%.

Sólo un 36% de las personas con contrato indefinido de fomento son mujeres. Desde 2008, crece un 36% el interés de la sociedad española por la ciencia. El precio internacional del millo subió un 36% en los tres últimos meses de 2010. Canarias tiene un 36% de software ilegal. Son distintos titulares de prensa, de diferente impacto, en los que aparece justo un 36 %.

Pero les añado otro, aunque no haya sido publicado a cinco columnas y con gran alarde tipográfico: un 36% de los hombres y mujeres que acudió a las urnas en Lanzarote en mayo de 2007 no vio traducida su decisión en representación en el Parlamento de Canarias. Es una cifra completamente escandalosa y que avergüenza a cualquier demócrata.

Duplica ampliamente el porcentaje global de Canarias, donde más del 16,3% de las papeletas (es decir, los sufragios emitidos por más de 150.000 personas) fueron directamente de la urna a la papelera, lo que tampoco es un síntoma de buena salud democrática.

Si lo comparamos con lo que ocurre en otras comunidades autónomas el sonrojo, para quien respete mínimamente el valor del voto ciudadano, es aún de mayores dimensiones. En Cataluña, por ejemplo, semejante circunstancia no llegó al 2,5%. Y en Euskadi, prácticamente la mitad, el 1,8%. En el caso de la comunidad presidida por Artur Mas, su barrera electoral de acceso al Parlamento está establecida en el 3%, al igual que en la que dirige Patxi López, mientras que en otras comunidades, como la valenciana, sube hasta el 5%.

En España está situada en el 3% para las elecciones al Congreso de los Diputados y en el 5% para los comicios municipales. En Alemania, República Checa, Francia, Hungría, Polonia, Eslovaquia o Brasil es también del 5%, mientras que en Austria y Suecia se reduce al 4%. La excepción la encontramos en Turquía, país en la que esta cláusula asciende hasta el 10%, al parecer para laminar a la minoría kurda. En Canarias superamos esa pasión turca electoral, al establecerse las mismas en el 30% insular y el 6% archipielágico.

Nos encontramos, por tanto, ante un Parlamento que reduce su pluralidad y deja fuera a una parte significativa de los votantes, no mostrando la realidad de lo que los ciudadanos y las ciudadanas expresaron soberanamente en las urnas. Sea un 36% (¡uno de cada tres votantes!), en Lanzarote, un 23% (¡uno de cada cuatro!) en Gran Canaria o un 16,3% (¡uno de cada seis!), en el conjunto de Canarias, el actual sistema es execrable porque trunca la voluntad ciudadana; y para que esto suceda se precisa de la complicidad antidemocrática de las fuerzas políticas, con CC a la cabeza, que se niegan a modificarlo, al tiempo que tienen la tremenda cara, el enorme impudor, de hacer llamamientos a la participación y la movilización en las urnas en el proceso electoral que se avecina.

Enrique Bethencourt

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lunes, 14 de febrero de 2011

Supina ignorancia parlamentaria

Se ha cubierto de gloria el Parlamento de Canarias con su propuesta para el ‘Día de las Letras Canarias 2012’. A iniciativa del lumbrera de Sigfrid Soria han planteado el nombre del insigne científico lanzaroteño Blas Cabrera Felipe que, represaliado por la dictadura franquista, terminó su brillante carrera en el exilio mexicano, donde falleció en 1945. Un hombre de indiscutibles méritos en la física, pero que poco o nada tiene que ver con las letras.

Tal vez nuestros diputados gozan con la prosa de ‘La teoría de los magnetones y la magnetoquímica de los compuestos férricos’, ‘Principios fundamentales de análisis vectorial en el espacio de tres dimensiones y en el Universo de Minkowsk’i o ‘Estado actual de la teoría de los rayos X e Y. Su aplicación al estudio de la estructura de la materia.’

Y hayan contenido poético en ‘Principio de relatividad’ o ‘Paramagnetismo y estructura del átomo y de la molécula’. Pero me temo que no, que el problema es que no tenían ni pajolera idea de lo que proponían.

Ya en esta misma legislatura hubo otro antecedente disparatado cuando los diputados Carlos Ester y Australia Navarro pidieron a la consejera de Educación, Milagros Luis Brito, que exigiera a la editorial Akal que rectificara el "lesivo y deplorable" trato dado a Canarias en su manual sobre la asignatura de Educación para la Ciudadanía.

Los inteligentes diputados montaron un cirio por un texto que ni era un manual ni estaba en los colegios de las Islas. Se trataba de un libro de filosofía en el que se recogían los particulares puntos de vista de su autor, que se pueden compartir o no.

Pero pedirle que rectificara sería tanto como solicitarles a Vargas Llosa o a Gabo que modifiquen algunos párrafos de sus obras. Semejante ridículo, por un acto mezcla de ignorancia supina y mala fe, no produjo el menor rubor en Navarro y Ester; igual hasta quedaron contentos con su hazaña.

Ahora sucede igual, tres años después, con esta propuesta para el Día de las Letras Canarias que demuestra, además, la enorme descoordinación de este Parlamento que agoniza. Porque su mesa, con la presencia de Antonio Castro, Paquita Luengo y Cristina Tavío, adquirió con la Fundación Pancho Guerra el compromiso de promover que tan señalada fecha sirviera para reconocer la obra del escritor tirajanero, autor de ‘Los cuentos famosos de Pepe Monagas’ o del extraordinario ‘Léxico de Gran Canaria’, del que se cumplió el centenario de su nacimiento el pasado año.

De todos modos, la cancaburrada parlamentaria abre nuevas puertas a iniciativas creativas en nuestra Comunidad. Así, se podía proponer el premio Canarias de Deportes para Los Sabandeños, el de Bellas Artes e Interpretación para Pedrito, el de Comunicación para la ex consejera Rita Martín y, ya puestos, el de Acciones Altruistas y Solidarias al generoso juez del caso Tebeto. Todo se andará.

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martes, 8 de febrero de 2011

Ni ZP ni Rajoy, Rivero presidente

No salgo de mi estupor. Varios de los medios de comunicación canarios han titulado a todo trapo con la valoración de Paulino Rivero en la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) correspondiente al reciente mes de enero, la misma que coloca al PP diez puntos por delante del PSOE en intención de voto. “Rivero, el tercer político más valorado de España”, “Rivero supera en valoración a Zapatero”, son algunos de esos titulares para la insular historia del riqui raca.

Los medios digitales, radios y televisiones destacan que Rivero obtenga un 3,38 de nota frente al 3,30 de Zapatero o el 3,25 de Rajoy (menudo líder de la oposición, por cierto, menos valorado que el presidente que tiene que cargar con las consecuencias de la crisis y, especialmente, los millones de parados), y sólo aventajado en valoración ciudadana por Durán i Lleida (4,40) y Rosa Díez (3,75), así como por el ministro Rubalcaba, único que aprueba de este Gobierno náufrago, superando el 5.

Me meto en las tripas de la encuesta y descubro de dónde sale la información (página 8, pregunta 11: “Le agradecería que me indicara si conoce a cada uno de los siguientes líderes políticos y qué valoración le merece su actuación”). Y es distinta, bien distinta, a cómo nos la cuentan, digamos que de manera parcial e incompleta. Porque resulta que esa nota, ese 3,38, se establece con un conocimiento de Rivero de sólo el 15,3% de los encuestados frente al 97,2% de Zapatero, el 95,8% de Rajoy, el 58,5% de la líder de UPyD, el 48,8% del dirigente de CiU o, incluso, el 33,3% del republicano Joan Puigcercós.

De hecho, el presidente canario, pese a haber presidido la comisión de investigación del 11-M, tiene los niveles de notoriedad más bajos, a la altura de Uxue Barkos, de Nabai (formación que logró 62.073 votos en Navarra en las generales de 2008), que es conocida por el 11,3%, y sólo se destaca de Yolanda Barcina (9,1%) y Guillerme Vázquez (8,7%).

Con los titulares de los medios de las Islas ya me veía yo a Rivero como consagración de la tercera vía: ni Rajoy, ni Zapatero, ni Rubalcaba, ni Cayo Lara, ni Rosa Díez, ni un tecnócrata catalán, nada de nada, Paulino al frente de los destinos del Estado, departiendo con el Rey en el palacio de Marivent, con la policía autonómica en La Moncloa y el dirigente de CC declarando de interés general todos los partidos de fútbol de primera, segunda y segunda B.

Pero mi gozo en un pozo. Paulino no apunta, pese a tanto bombo y platillo mediático, a ser el primer presidente nacionalista y ultraperiférico del estado plurinacional español. La realidad de ese escuálido 3,38 con un 15,3% de conocimiento es mucho menos esplendorosa y relativiza mucho esas campanas al vuelo tan alegremente lanzadas de forma claramente infundada. La tercera vía tendrá que seguir esperando.

Enrique Bethencourt

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miércoles, 2 de febrero de 2011

El general interés

No coincido en casi nada en su manera de concebir el fútbol (le entusiasma el pelotazo y le aburre soberanamente el actual juego del Barcelona, justo al revés de lo que yo siento), pero reconozco compartir con el ex seleccionador Javier Clemente su opinión cuando fue interrogado sobre la declaración de determinados partidos de interés general. “¿De interés general? De interés general son la educación y la sanidad públicas”, respondió el entrenador vasco en medio de aquella polémica sobre los derechos televisivos y la denominada Ley Cascos.

Recordé aquella reflexión en voz alta del hoy seleccionador de Camerún en estos días en que el Gobierno de Canarias ha decidido declarar de interés general el partido de liga entre el CD Tenerife y la UD Las Palmas, agarrándose a nuestra condición de territorio ultraperiférico, a la fragmentación insular y a todas y cada una de nuestras especificidades.

Una situación que, al parecer, impide que decenas de miles de hombres y mujeres de todas las islas vayamos en laica y deportiva peregrinación hasta el Heliodoro a presenciar el duelo entre dos de los equipos más flojos de la segunda división.

Porque por la tele lo veríamos, aunque fuera en Canal +, como demuestran las altas audiencias de esta cadena cuando de atractivos partidos se trata, mejorando de paso los ingresos de cafeterías, bares y restaurantes; dinamizando, por tanto, el consumo y mejorando la economía del sector servicios.

Según responden desde la Liga de Fútbol Profesional, el Ejecutivo de Rivero se agarra a una Ley aprobada en 1997, pero que ya quedó sin efecto ante la entrada en vigor, en mayo de 2010, de la ley General de la Comunicación Audiovisual. Esto sería un patinazo de los servicios jurídicos, obligados a actualizarse en la materia.

Y se apunta a que sólo sería posible darlo en abierto apoquinando un fleje de millones de euros a Sogecable. Que el Gobierno, dadas las apreturas de los Presupuestos de la Comunidad Canaria para 2011, podría distraer de las sustituciones docentes o de las perras para las personas aquejadas de cualquier tipo de dependencia.

Me reconozco futbolero y seguidor desde hace cuatro décadas de la UD, pero se me antoja una impertinencia demagógica colocar al fútbol esa etiqueta de interés general que prefiero, como Clemente, le corresponda a la sanidad, a la educación o a los servicios sociales.

Seguro que pensando (y actuando) de esta forma nos iría mucho mejor como sociedad y tendríamos menos lastres culturales y sociales que los que actualmente padecemos.

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martes, 1 de febrero de 2011

Los 314.400 de Rivero (y Soria)

Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del último trimestre de 2010, publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), confirman la grave situación de Canarias: 314.400 desempleados, el 28,89% de su población activa, ocho puntos y medio por encima de la media estatal (20,33%), que tampoco es un porcentaje como para tirar voladores, y que se sitúa entre las más altas de la Unión Europea.

Canarias casi triplica, por cierto, la tasa del País Vasco, 10,89%, la comunidad con mejores datos por delante de Navarra y Cantabria, ambas por debajo del 15%.

Se desactivan, una vez más, los discursos de los gobiernos de Canarias, el del PP y CC hasta octubre, y el actual de CC en solitario, que han venido prometiendo alegremente 20.000, 40.000 y hasta 80.000 empleos en plan subasta, desarrollando una desvergonzada actividad propagandística en un asunto demasiado serio para que jueguen con el sufrimiento y las esperanzas de los ciudadanos y ciudadanas.

Aunque siempre les queda, lo hacen con demasiada frecuencia, la estrategia de achacar el aumento del paro en esta tierra a las erróneas y erráticas políticas de Rodríguez Zapatero; y, por contra, atribuir su disminución, cuando se produce, a los brillantes aciertos del Ejecutivo canario. Un discurso que ha dejado de ser creíble.

Lejanos ya los tiempos en que, al comienzo de la actual legislatura autonómica, el ex consejero de Empleo y actual titular de la cartera de Economía y Hacienda visualizaba que el pleno empleo estaba a punto de alcanzarse, el Ejecutivo canario se empeña en los últimos dos años en desarrollar un doble lenguaje respecto a la evolución del empleo en el Archipiélago.

Por un lado, ante la opinión pública transmiten su compromiso de generación de decenas de miles de puestos de trabajo a corto plazo. Por otro, en los Presupuestos de la Comunidad Autónoma, de conocimiento mucho más restringido, reconocen que el desempleo permanecerá estable en 2011 y que, a lo sumo, se reducirá alguna décima, lo que equivale a la preocupante estabilidad en torno a los 300.000 parados.

Las previsiones de crecimiento económico de Canarias para el presente año, en torno al 1%, dadas a conocer recientemente por el consejero de Economía y Hacienda, mejoran ligeramente los pronósticos reflejados en las cuentas públicas (0,4%), pero confirman al mismo tiempo que en 2011 no se generará empleo neto (haría falta un crecimiento superior al 2%) y que, como mucho, se frenará la brutal destrucción de empresas y de puestos de trabajo de los últimos años, que nos ha situado a la cabeza del paro en Europa y que ha disparado los niveles de empobrecimiento de la población de las Islas.

Eso sí, consuela bastante que el presidente Rivero analice la EPA y concluya que "Canarias es de las comunidades donde menos se incrementa el paro"; o que Soria, por su parte, reflexione sobre el poco éxito de las medidas de los Gobiernos de España y de Canarias en materia de empleo, como si él no hubiese estado al frente de la economía canaria hasta hace tres meses.

Tengo la impresión de que hay 314.400 razones para pensar que uno y otro , Rivero y Soria, Soria y Rivero, debieran asumir, al menos, su cuota de responsabilidad, renunciando además al electoralismo y a las falsas promesas en tan dramático asunto. Aunque mucho me temo que no caerá esa breva.

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