Sé muy bien que en muchas cosas esta tierra, Canarias, no anda bien. En el empleo ni les cuento, 312.000 parados según la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre, líderes en España y casi campeones de toda la Unión Europea continental y ultraperiférica, sólo superados por Reunión.
En la Educación y la Sanidad, también arrastramos los peores parámetros del conjunto del Estado, pero seguro que estamos mejor que Guadalupe o Guyana. Igualito que con la Ley de Dependencia, en la que nuestro Gobierno canario ha naufragado para sufrimiento de miles de personas, afectados directos y sus familiares.
Pero no me negarán que tenemos nuestras más que curiosas especificidades. Especialmente en la política, con un sistema electoral estrambótico y que se burla de la ciudadanía, dejando sin representación en el Parlamento a más de 150.000 votantes, lo que no sucede en ninguna otra región, nacionalidad o nación.
Pero puestos a superarnos, la crisis abierta tras la huida del PP a los cuarteles de otoño/invierno (aunque no descartan volver en primavera, poco después de que ésta llegue de la mano de El Corte Inglés) nos proporciona otro motivo para sentirnos diferentes: somos la única comunidad en la que gobiernan los que perdieron las elecciones, en la que en su Consejo de Gobierno se sientan, en exclusiva, los integrantes del partido tercero en votos, que representa al 23% de los votos válidos, mientras que no está, ni se le espera, el otro 77%. Y sólo 19 de los 60 diputados apoyan al nuevo Ejecutivo pauliniano. Politólogos de todo el mundo deberían venir a estudiar tan singular caso.
Si exportáramos el modelo, en Andalucía gobernarían las huestes de Cayo Lara, tercera fuerza tras socialistas y conservadores; en Cataluña lo haría el PP o ERC en solitario desbancando al todavía mayoritario tripartito, al que las encuestas dicen que les quedan pocos telediarios; y en Aragón le correspondería el bastón de mando a la Chunta Aragonesista del recientemente desaparecido Labordeta. Y apurando la cosa, hasta en Galicia el presidente Feijoo se vería obligado a dar paso al Bloque Nacionalista Galego, completando un curioso cuadro: el Gobierno de las minorías.
Pero en esas comunidades autónomas debe reinar, al menos, el sentido común. O el sentido democrático, que no es lo mismo pero es igual. En nuestro caso no, perpetrando una auténtica perversión democrática.
La responsabilidad fundamental está en quienes han impedido la reforma del sistema electoral canario, muy útil para los intereses de CC pero poco para los valores de la democracia, y las propias modificaciones del Estatuto, que posibilitarían una disolución del Parlamento y un adelanto de las elecciones, como ocurre en otras autonomías.
Pero también se encuentran en las otras dos fuerzas parlamentarias que, por acción u omisión, toleran o propician esta inocentada tan poco inocente que se va a prolongar hasta las elecciones de mayo de 2011.
Enrique Bethencourt
Y yo me pregunto. ¿Quién tiene la culpa de todo esto?. Puede que los canarios y canarias que no castigan con su voto a quien más se lo merece. Creo que en Canarias, pasarán unos cuantos años, hasta que se tenga una verdadera cultura democrática.
ResponderEliminarYo coincido, tanto con lo que dice Enrique Bethencourt, como con el comentario de Antonio. Tenemos lo que nos merecemos, como pueblo. Aunque, a la hora de adjudicar grados de culpa, el más alto está en los protagonistas de este espectáculo bochornoso de la política canaria. Y, a continuación, van quienes cometen el tremendo error de abstenerse. Los y las que votan por estos partidos, paradigma de la irresponsabilidad, tienen hasta el derecho a engañarse y a que les engañen. Pero suicidarse políticamente, y dejar a las islas en tan lamentable situación, no tiene excusa. Todo el mundo a votar.
ResponderEliminarHay canarios y canarias que están trabajndo para cambiar este antidemocrático sistema electoral. Si quieren informarse sobre este asunto, la Asociación Cívica Demócratas Para El Cambio tiene una web, http://www.democratasparaelcambio.com
ResponderEliminarcon datos y documentos muy interesantes,
Saludos