El bajón informativo que se produce todos los veranos, así como la necesidad de mitigar algo la tensión que se padece a lo largo del año académico y político, propicia en estas vacacionales fechas la publicación de noticias más intrascendentes y menos serias; pero también, por otro lado, deja hueco para curiosidades científicas que, muchas veces, no ocupan el lugar merecido en los medios de comunicación. Pero me temo que hay más, mucho más, de lo primero.
Antes sucedía con la repetida aparición de algún reportaje periodístico con referencia al monstruo del Lago Ness, acompañado de una foto, autoría de Wetherell en 1934, que se ha demostrado que constituye un burdo montaje.
Emulando a Escocia y su ‘Nessie’ (que hace unos días ‘reaparecía’, en este caso aparentemente captado por Google Earth), España tuvo su particular serpiente de verano en pleno franquismo, con la aparición en 1971 de ‘Las caras de Bélmez’, fenómeno supuestamente paranormal tras el que se escondía un intento de negocio.
Las cosas han cambiado, pero no tanto. Titulares como ‘Le injertaron la oreja en el trasero’, ‘Aparece un perro nueve años y 2.000 kilómetros después’, ‘Investigadores descartan que la Luna influya en el estado psíquico’, ‘Trata de pasar la aduana con 16 calzoncillos, cuatro chándales y tres pantalones puestos’, ‘Tatuajes y muñecas hinchables para perros’, ‘Destroza un bar porque no le gustaban las aceitunas’ o, alucinen, ‘La dictadura argentina aborrecía a Perales y Camilo Sesto’ encontraron espacio en las páginas de distintos periódicos en julio y agosto.
Lo del presidente del Gobierno de Canarias y su presunto intento de enchufar a un familiar en unas oposiciones a guindilla merece, sin duda, tratamiento aparte, al margen de su carácter más o menos doméstico.
Pero este verano de 2009 la palma, perdonen, se la lleva, en mi opinión, una noticia fechada en Bilbao y recogida por varios rotativos españoles: ‘Una pareja utiliza como preservativo una bolsa de pipas’. Suceso, tan sorprendente como real, que terminó con la chica en el servicio de Urgencias del hospital de Cruces para extraerle tan incómodo envoltorio.
Uno puede entender la fogosidad y las urgencias sexuales de los jóvenes que hacen oídos sordos, afortunadamente, a las absurdas llamadas papales a la abstinencia. Y aplaude que estos intenten ser responsables y utilicen métodos que eviten embarazos no deseados y contribuyan, al mismo tiempo, a establecer barreras contra las enfermedades de transmisión sexual; contradiciendo otra desatinada, peligrosa e irresponsable posición de la cúpula de la Iglesia Católica, su negativa frontal al uso del preservativo, dogma que tanto daño hace en batallas como la que se libra en todo el mundo contra la extensión del sida.
Pero utilizar una bolsa de pipas resulta contraproducente, molesto y escasamente eficaz. Más en un país en el que parece relativamente sencillo acceder a los condones, que se expenden en farmacias –salvo, hasta hace poco, en las de algún carca moralista e intransigente, objeción de conciencia que ahora se está trasladando a la venta de la píldora postcoital- e incluso en máquinas ubicadas en los aseos de los bares; y a precios generalmente razonables.
Parece, lo confirman numerosos estudios, que queda mucho por hacer en materia de educación sexual y que, pese a la abundante información que circula por todos lados, los niveles de formación siguen siendo deficientes. De ahí las elevadas cifras de embarazos de adolescentes (una parte de ellos deseados, asunto en el que Canarias se lleva la palma) y el no menos preocupante repunte de enfermedades de transmisión sexual. Por lo que habrá que seguir trabajando desde la escuela, la familia, los medios de comunicación y el conjunto de la sociedad para que nuestros chicos y chicas estén mejor formados y puedan vivir una sexualidad consciente y responsable, sana y con menos riesgos. Pasándoselo, de verdad, pipa, pero no como la voluntariosa, a la par que infortunada, pareja de Bilbao.
Nos mudamos de sitio
Hace 10 años
jajajajaajajaja, pero mira tú por donde es una idea, con lo caros que estan los preservativos las empresas podrían patrocinarlos estampando su logo, jajajajajaj me lo imagino y me troncho uno que ponga: ñooooo que precios!!!!! el ñooo podría ser más efusivo o menos dependiendo del espacio que tengamos para estamparlo jajajajajajaa
ResponderEliminarEnhorabuena Enrique por este blog, te seguiré fielmente. Besos
Si uno lo piensa bien hay un gran dosis de erotismo en el acto de comer pipas, las tocas, las lames, la pelas, ummm pero lo que sigue no es muy erotico que digamos. Bueno hay bolsas de pipas, la que nos dan en los estadios por ejmplo, que resultan interminables , a mí me duran dos o tres semanas, duso mucho que podamos esperar tanto tiempo para usar el envase de pipas a modo de condón. Un abrazo y seguiré participando.
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