lunes, 26 de septiembre de 2011
El PSC, el demonio y la carne
lunes, 19 de septiembre de 2011
Acuerdos y desacuerdos electorales
miércoles, 31 de agosto de 2011
El nacionalismo canario y las generales
martes, 23 de agosto de 2011
‘Mouriñadas’, mucho más que una anécdota
martes, 16 de agosto de 2011
La juventud católica y el Papa
lunes, 4 de julio de 2011
Capital, cultura y sectarismo
miércoles, 15 de junio de 2011
¿Indignados o complacientes?
Considero imprescindible la rebeldía frente al actual estado de cosas. No es razonable permanecer impasibles frente a los 300.000 parados que tenemos en las Islas. Ni considerar normal el 50% de desempleo juvenil, invitación a la desesperanza y a la emigración, como antaño.
No es de recibo este sistema electoral canario profundamente antidemocrático, ni estos apaños que hacen ganadores a los perdedores y perdedores a los que obtuvieron mayor apoyo ciudadano. Ni natural la progresiva descapitalización de los servicios públicos, claves para alcanzar mayores niveles de equidad, por parte de quienes tienen el recurso a la educación y a la sanidad privadas.
Aunque fuera sólo por eso habría que saludar el movimiento social iniciado el 15-M que dio lugar después a los campamentos de los indignados, una heterogénea movilización de rechazo a los muchos males de esta democracia imperfecta y de este capitalismo con rostro cada vez más inhumano.
Tiene el valor que tiene, como tuvo su limitado valor las movilizaciones sindicales contra la reforma laboral y el conjunto de medidas antisociales adoptadas por el Gobierno de Rodríguez Zapatero. Realizadas en el peor momento, sin perspectiva alguna de alcanzar los objetivos de frenarlas, con gente desmoralizada o enfadada con la actitud ante la crisis de los sindicatos, así como otras muchas personas temerosas de perder su puesto de trabajo si apoyaban la huelga.
En este caso, el del 15-M, nos encontramos ante las incógnitas que abre un movimiento de nuevo tipo, que no sabemos cómo seguirá avanzando o si se consolidará o no como una fuerza social con peso, con amplios apoyos ciudadanos.
Pero los indignados no me hacen olvidar que gran parte de la ciudadanía no parece estarlo tanto, por mucho que los estudios sociológicos digan que son mayoría los que comprenden e incluso comparten las razones de los acampados.
En Canarias, sin ir más lejos, lo confirman, en mi opinión, los datos de las recientes elecciones autonómicas y locales.
Los partidos que han apoyado la reforma laboral, la congelación de las pensiones y las otras medidas de recorte social en el Congreso de los Diputados y el Senado (PSOE y CC), junto al que ha estado de acuerdo con todas ellas (las votara favorablemente o no) y, si pudiera, introduciría decisiones aún más antisociales, el PP, suman en conjunto el 77,71% de los votos, unas 700.000 personas, y suponen, en escaños, el 95% del Parlamento de Canarias.
Los que se oponen a las mismas, significan poco más de 135.000 votos, los 82.318 de NC (la única con presencia en el Parlamento, con tres escaños), los 19.372 de ACSSP, los 18.777 de Los Verdes y el más disgregado de pequeñas y variadas formaciones. Aún sumando blancos y nulos -que pueden obedecer a razones muy diversas, que nadie se los apunte a su particular bolsa- y que en esta ocasión llegaron a las 50.000 papeletas, son menos, muchos menos, que los aparentemente conformes con las políticas que se vienen aplicando.
Pero es más, las formaciones que integraron el Gobierno de Canarias en casi toda la legislatura, PP y CC, responsables del empleo (o del galopante paro, como prefieran), la educación, la sanidad, la dependencia o las energías (no) renovables en nuestras Islas, aúnan 514.564 papeletas, el 56,93%.
Y suponen, con sus 42 diputados, el 70% de la cámara autonómica. Lo que parece indicar, guste más o menos, un refrendo a las políticas que se han venido aplicando estos años.
No pretendo ser pesimista ni derrotista, sino pisar tierra, saber dónde y cómo estamos, que es la mejor manera de afrontar una realidad harto compleja, una situación muy difícil para todos los hombres y mujeres que pensamos en claves de mayor equidad social, de más democracia y menos poder omnímodo de los mercados, y que hoy somos minoría.
Lo otro, el no reconocer el profundo conservadurismo que anida en esta sociedad, el amplio consenso social que rodea a los que han puesto en marcha y/o han apoyado de forma entusiasta esta demolición controlada del Estado del Bienestar, así como la enorme debilidad de quienes se oponen al actual programa neoliberal, no conduce a ninguna parte. Salvo a la melancolía.
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El PSC-PSOE y los pactos (2007-2011)
lunes, 2 de mayo de 2011
Rivero se equivocó ‘sólo’ en 78.000
lunes, 25 de abril de 2011
Soria y los analistas
lunes, 11 de abril de 2011
Por la Izquierda, hacia ninguna parte
Resulta todo un espectáculo, escasamente gratificante por cierto, las relaciones entre la autodenominada izquierda canaria, exclusivo club integrado fundamentalmente por pequeñas formaciones sin representación en las instituciones, junto a alguna que aglutina media docena de concejales.
viernes, 25 de marzo de 2011
¡Tiembla, Finlandia!
La responsable de la cartera de Educación de Finlandia, Henna Virkkunen, entró cabizbaja al despacho de la primer ministro del país, Mari Kiviniemi. Sin apenas pronunciar palabra, entregó un sobre que contenía una breve carta en la que exponía las razones que le habían llevado a plantear su dimisión irrevocable al frente del departamento.
“Nuestro estancamiento es evidente”, señaló. “En apenas seis meses hemos perdido nuestro lugar de privilegio al frente de la Educación en Europa. Asumo el fracaso y doy un paso atrás para que alguien, con más fuerza, con mejores ideas, con nuevos proyectos, nos coloque nuevamente a la cabeza de la calidad educativa, un liderazgo del que estábamos muy orgullosos y que nunca debimos perder”, añadió.
“Es más doloroso, si cabe, que una pequeña comunidad turística española, que hasta ayer presentaba unos muy negativos parámetros educativos, con altas tasas de fracaso y de abandono escolar prematuro, muy por encima de las españolas y europeas, nos haya arrasado en un solo curso escolar; y, lo que es más llamativo, disminuyendo presupuestos, recortando plantillas y eliminando especialistas. Un verdadero milagro, a coste cero”, continuó.
La ministra Virkkunen expuso su asombro ante el singular hecho de que partiendo de una situación de evidente retraso respecto a la media de la Unión Europea, con dos puntos menos del PIB destinados a Educación que Finlandia, sin afrontar cambios en la formación de los docentes, sin abordar las imprescindibles reformas en el sistema ni implantar nuevos métodos de enseñanza-aprendizaje, Canary Islands se lograra colocar, según anunció su primer ministro Rivero en sede parlamentaria, a la cabeza de la Educación europea.
Kiviniemi, hasta entonces silenciosa, quiso animar a la integrante de su gabinete, a la que consideraba una de sus mejores ministras. “No todo está perdido. Podemos saber lo que ha ocurrido y actuar en consecuencia. He solicitado un informe urgente a nuestro consulado en Las Palmas de Gran Canaria sobre qué puede haber detrás de este salto educativo. Es más detallado de lo que necesitaba y, en ocasiones, se va por las ramas, pero creo que nos puede indicar las razones profundas de esa transformación en tan poco tiempo”.
La primer ministra explicó que los responsables políticos canarios achacaban el radical cambio a la apertura temprana de los centros educativos, facilitada sin duda por el buen clima de las Islas, nada parecido a las temperaturas que se padecen en la gélida Finlandia. Y, al parecer, al refuerzo educativo de tarde, aunque este sólo llegue a una parte del alumnado con dificultades.
“Pero contrasta, según el informe del consulado, con un curso escolar en el que centenares de colegios e institutos se quejan por la falta de profesores cuando los titulares están de baja, incluso más de un mes; y en el que han eliminado trabajadores sociales en los centros y disminuido psicólogos y orientadores, por lo que cabría colegir un empeoramiento, nunca una mejora”.
Kiviniemi prosiguió señalando una curiosidad: el informe consular apuntaba a una presunta tergiversación de los datos reales, mucho más negativos, por el interés propagandístico del Gobierno del Archipiélago ante las elecciones que afrontaba a finales de mayo. “Esto resulta inverosímil. Ningún Gobierno democrático hace propaganda y maquilla la situación educativa, por muchas elecciones que haya. Solicitaré un informe más preciso a la embajada en Madrid. Ruego, señora Virkkunen, que hasta entonces no haga efectiva su dimisión”.
Mientras, a 4.683 kilómetros de Helsinki, Rivero se regocijaba de su última ocurrencia, con la que cerraba las sesiones de la VIIª legislatura y se lanzaba a la inminente confrontación en las urnas. La próxima genialidad podría ser negar la existencia de paro en la Comunidad o asegurar que las personas dependientes tienen un exceso de atenciones y encima, desagradecidos, se quejan.
La educación y sus sobrevenidos éxitos había sido un buen y prometedor comienzo.
“¡Tiembla, Finlandia!”, exclamó mientras exhibía la mejor de sus electorales sonrisas.
martes, 15 de marzo de 2011
Una ciudadanía mejor representada
Señalaba en un artículo anterior de LA TIRADERA las consecuencias en la representatividad del voto ciudadano de nuestro actual sistema electoral, y recordaba que en las elecciones autonómicas de 2007 miles de votos habían pasado de la urna a la papelera.
Algo más de 150.000 en el conjunto de Canarias, un 16,3%. Pero también el 36% de los sufragios emitidos en Lanzarote o el 23% de los de Gran Canaria.
A los que habría que sumar –aunque es imposible medirlo- los de aquellas personas que, ante la restrictiva ley electoral del 30% de barrera insular, que es la circunscripción en el caso de la cámara canaria, y del 6% archipielágico, optaron por dar su voto a una segunda opción, aunque no fuera la que realmente les convencía más. O, simplemente, semejante disyuntiva los animó a abstenerse.
Recordaba, asimismo, que los sistemas democráticos en las comunidades autónomas o en los países de la Unión Europea se mueven en unas cláusulas de acceso entre el 3% y el 5%. En Canarias es del 5% para los cabildos y ayuntamientos, mientras que para el Congreso de los Diputados el porcentaje baja hasta el 3%.
Desgraciadamente, el arbitrario sistema electoral canario no ha podido ser modificado esta legislatura, rechazando CC y PP en el Parlamento la propuesta de bajar los topes al 5% insular, presentada por el entonces diputado socialista Santiago Pérez hace más de dos años.
La única forma de saltar esa injusta barrera con garantías en distintos territorios, permitiendo que partidos con un amplio apoyo ciudadano accedan al Parlamento, ha sido el establecimiento de acuerdos insulares entre fuerzas políticas de variado espectro; y, a la vez, el que éstas pudieran contar con un paraguas unificador en el conjunto de Canarias que posibilitara superar ampliamente la cláusula del 6%.
Parece que esta formulación ha sido bien recibida por la ciudadanía y que se traducirá en un Parlamento de Canarias mucho más plural y unos votantes mejor representados, conforme a sus auténticos deseos. Al menos eso reflejan distintas encuestas publicadas por Canarias7 y La Provincia/La Opinión, que plantean una cámara canaria sin mayorías aplastantes y con la presencia de hasta cinco fuerzas políticas, frente a las tres de la presente legislatura.
Además, el porcentaje de votos tirados a la papelera disminuye de forma más que significativa, lo que es una excelente noticia para cualquier demócrata. Así, en el sondeo de La Provincia/La Opinión, realizado por TSA, en Lanzarote se pasaría de aquel vergonzoso 36% a un 5,4%. En Gran Canaria, del 23% al 15,8%. Y en el conjunto de Canarias la suma de porcentajes de las fuerzas que pueden obtener representación alcanza el 93,3%, es decir, se disminuiría la ‘exclusión’ de votantes del 16,3% al 6,7%.
En la de Canarias7, el voto de las distintas fuerzas que accederían al Parlamento se movería en la horquilla 88%-92%, con lo que también disminuiría el porcentaje de votos sin representación en el Parlamento, que fluctuaría entre el 12 y el 8%.
En el caso de Lanzarote, el sondeo, realizado por Perfiles, indica que los votos que se traducen en representación ascienden al 96%, quedando fuera un 4%, también muy alejado del 36% de 2007. Y en Gran Canaria la horquilla sería del 90-94, reduciéndose también significativamente los votos excluidos (entre el 10 y el 6%, frente al 23% de hace cuatro años).
Se trata, sin duda, de una noticia de gran trascendencia desde el punto de vista democrático. Pero no invalida en modo alguno la imperiosa necesidad de modificar profundamente nuestro sistema electoral, tarea que deben afrontar las fuerzas políticas y los 60 diputados electos en los comicios del próximo 22 de mayo.
Enrique Bethencourt
martes, 1 de marzo de 2011
Pérez Reverte y la (mala) educación
Me he leído con mucha atención el artículo, viejo por cierto, de Arturo Pérez Reverte, sobre la educación en España (hace referencia al PISA 2006) y las responsabilidades de los políticos de los últimos “veinte o treinta años” en su escasa calidad y malos resultados, que últimamente circula por Internet como si de un compendio de verdades reveladas se tratara.
Un texto que parece olvidar que la educación franquista era mucho peor y que entonces había más analfabetos, mucho menos gente escolarizada, muchísimos menos titulados universitarios y, en el caso canario, ni contábamos con una red de centros (los colegios estaban desdoblados en varios turnos y la mayoría de los municipios carecía de instituto) ni con plantillas docentes adecuadas.
En la forma y en el fondo este artículo (titulado, qué menos, ‘Permitidme tutearos, imbéciles’) me parece impropio de un académico y situado más cerca, mucho más cerca, de las imprecaciones al uso en una barra de bar, donde se juega a quién grita más o a quién despotrica de forma más encolerizada, o a uno de los numerosos programas de la tele basura. Ideas, la verdad, muy pocas.
Mentar a la madre de los políticos, como hace el ilustre autor en el arranque de su texto, o decir que España es un “autocomplaciente país de mierda” al que se pretende hacer “un país de más mierda todavía” (afirmación que no se atrevería a hacer ni Antonio Cubillo harto de ron) no creo que sea una interesante aportación al debate educativo, donde se precisan análisis rigurosos, críticas e ideas, más que insultos y descalificaciones.
Por mucho que éstas susciten el aplauso fácil de muchos, al igual que los gritos, amenazas e insultos en determinados programas televisivos provocan el delirante entusiasmo del público presente en el plató.
No constituyen novedad, por cierto, estas formas de expresión en boca de Reverte. Cabe recordar que cuando Miguel Ángel Moratinos abandonó su cargo de ministro de Exteriores por decisión de Rodríguez Zapatero también dijo que lo hizo “como un perfecto mierda”, por llorar, cosa que, por lo visto, no debemos hacer los hombres. Y su hiriente pluma alcanzó el culmen cuando comparó la ley antitabaco con lo sucedido a Ana Frank con los nazis. Un lumbrera, vamos.
A mí, que soy muy crítico con el sistema educativo canario, no se me pasa por la cabeza hablar de comunidad autónoma de mierda ni insultar a la consejera del ramo y a su familia, por muchas diferencias que tenga y por muchos déficit que constate; por educación, entre otras cosas, lo que a Pérez Reverte no parece sobrarle pese a que ocupa un sillón en la Real Academia de la Lengua (RAE).
En el texto, Reverte destaca los abismos que, en su opinión, se han abierto entre los resultados de la enseñanza pública y la privada; tema que por sí solo animaría a un debate. Tengo la impresión de que esta circunstancia tiene mucho que ver con factores como el status socioeconómico y cultural de sus alumnos de unos y otros centros o la exclusión de los inmigrantes en privados y privados/concertados; y es muy posible, asimismo, que en los años de bonanza buena parte de las clases medias se volcara, aún más, en la privada.
Hablar de la existencia de 17 sistemas educativos segregados, como hace en su artículo, tampoco tiene base alguna: el tronco común supone más del 80% de los contenidos; y nadie negará a estas alturas que los pibes deben conocer la geografía y la historia de su comunidad, así como sus literatos y artistas de los diferentes ámbitos (cosa que yo no pude hacer cuando estudiaba).
Y las propias conclusiones sobre las diferencias entre comunidades (“alcanzan sólo hasta el 4% en el conjunto de los resultados”, señala el PISA 2009) no parecen dar la razón a Reverte: el sistema es tremendamente homogéneo. Y mejorable, sin duda.
Y en torno a su referencia al “efecto devastador” del modelo educativo vigente en el País Vasco y Cataluña, baste recordar que en el último PISA Euskadi y Cataluña están por encima de la media española, y también superan a la media de los países de la OCDE en Matemáticas y Comprensión Lectora, y sólo ‘pinchan’ en Ciencias (aunque por encima de la media estatal). Tan mal no deben estar.
Por otra parte, poner de vuelta y media a Zapatero por afirmar que “lo que más determina la educación de cada generación es la educación de sus padres” también es, como mínimo, cuestionable. Recuerdo que en el PISA se afirma taxativamente que influyen de manera muy significativa las condiciones socioeconómicas de las familias y el ambiente cultural: la diferencia media entre los alumnos que tienen en casa menos de 10 libros y más de 500 es de 124 puntos en España y de 126 para toda la OCDE. Alguna razón tiene Zapatero, aunque le pese al omnisciente e infalible Reverte.
Por último, concluir, como hace, que esta es una nación inculta me llevaría, de forma ruin como el autor, a preguntarme por qué un escritor como Arturo Pérez Reverte -que no es ni de lejos James Joyce, Franz Kafka, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, García Márquez o Vargas Llosa- vende tantos libros en el país en el que triunfan Belén Esteban, ‘Sálvame’ y tele 5. Seguro que, “mierda” por medio, esa palabra no puede faltar en un texto suyo, Reverte tiene, como siempre, la precisa respuesta.
Enrique Bethencourt
lunes, 21 de febrero de 2011
La rebajada democracia del 36%
El 36% de los turistas que visitan Gran Canaria, repiten. El 36% de españoles se declara católico practicante. Marte tuvo un océano que cubría el 36% del Planeta. El correo electrónico móvil en teléfonos creció en España un 36%.
Sólo un 36% de las personas con contrato indefinido de fomento son mujeres. Desde 2008, crece un 36% el interés de la sociedad española por la ciencia. El precio internacional del millo subió un 36% en los tres últimos meses de 2010. Canarias tiene un 36% de software ilegal. Son distintos titulares de prensa, de diferente impacto, en los que aparece justo un 36 %.
Pero les añado otro, aunque no haya sido publicado a cinco columnas y con gran alarde tipográfico: un 36% de los hombres y mujeres que acudió a las urnas en Lanzarote en mayo de 2007 no vio traducida su decisión en representación en el Parlamento de Canarias. Es una cifra completamente escandalosa y que avergüenza a cualquier demócrata.
Duplica ampliamente el porcentaje global de Canarias, donde más del 16,3% de las papeletas (es decir, los sufragios emitidos por más de 150.000 personas) fueron directamente de la urna a la papelera, lo que tampoco es un síntoma de buena salud democrática.
Si lo comparamos con lo que ocurre en otras comunidades autónomas el sonrojo, para quien respete mínimamente el valor del voto ciudadano, es aún de mayores dimensiones. En Cataluña, por ejemplo, semejante circunstancia no llegó al 2,5%. Y en Euskadi, prácticamente la mitad, el 1,8%. En el caso de la comunidad presidida por Artur Mas, su barrera electoral de acceso al Parlamento está establecida en el 3%, al igual que en la que dirige Patxi López, mientras que en otras comunidades, como la valenciana, sube hasta el 5%.
En España está situada en el 3% para las elecciones al Congreso de los Diputados y en el 5% para los comicios municipales. En Alemania, República Checa, Francia, Hungría, Polonia, Eslovaquia o Brasil es también del 5%, mientras que en Austria y Suecia se reduce al 4%. La excepción la encontramos en Turquía, país en la que esta cláusula asciende hasta el 10%, al parecer para laminar a la minoría kurda. En Canarias superamos esa pasión turca electoral, al establecerse las mismas en el 30% insular y el 6% archipielágico.
Nos encontramos, por tanto, ante un Parlamento que reduce su pluralidad y deja fuera a una parte significativa de los votantes, no mostrando la realidad de lo que los ciudadanos y las ciudadanas expresaron soberanamente en las urnas. Sea un 36% (¡uno de cada tres votantes!), en Lanzarote, un 23% (¡uno de cada cuatro!) en Gran Canaria o un 16,3% (¡uno de cada seis!), en el conjunto de Canarias, el actual sistema es execrable porque trunca la voluntad ciudadana; y para que esto suceda se precisa de la complicidad antidemocrática de las fuerzas políticas, con CC a la cabeza, que se niegan a modificarlo, al tiempo que tienen la tremenda cara, el enorme impudor, de hacer llamamientos a la participación y la movilización en las urnas en el proceso electoral que se avecina.
Enrique Bethencourt
lunes, 14 de febrero de 2011
Supina ignorancia parlamentaria
Se ha cubierto de gloria el Parlamento de Canarias con su propuesta para el ‘Día de las Letras Canarias 2012’. A iniciativa del lumbrera de Sigfrid Soria han planteado el nombre del insigne científico lanzaroteño Blas Cabrera Felipe que, represaliado por la dictadura franquista, terminó su brillante carrera en el exilio mexicano, donde falleció en 1945. Un hombre de indiscutibles méritos en la física, pero que poco o nada tiene que ver con las letras.
Tal vez nuestros diputados gozan con la prosa de ‘La teoría de los magnetones y la magnetoquímica de los compuestos férricos’, ‘Principios fundamentales de análisis vectorial en el espacio de tres dimensiones y en el Universo de Minkowsk’i o ‘Estado actual de la teoría de los rayos X e Y. Su aplicación al estudio de la estructura de la materia.’
Y hayan contenido poético en ‘Principio de relatividad’ o ‘Paramagnetismo y estructura del átomo y de la molécula’. Pero me temo que no, que el problema es que no tenían ni pajolera idea de lo que proponían.
Ya en esta misma legislatura hubo otro antecedente disparatado cuando los diputados Carlos Ester y Australia Navarro pidieron a la consejera de Educación, Milagros Luis Brito, que exigiera a la editorial Akal que rectificara el "lesivo y deplorable" trato dado a Canarias en su manual sobre la asignatura de Educación para la Ciudadanía.
Los inteligentes diputados montaron un cirio por un texto que ni era un manual ni estaba en los colegios de las Islas. Se trataba de un libro de filosofía en el que se recogían los particulares puntos de vista de su autor, que se pueden compartir o no.
Pero pedirle que rectificara sería tanto como solicitarles a Vargas Llosa o a Gabo que modifiquen algunos párrafos de sus obras. Semejante ridículo, por un acto mezcla de ignorancia supina y mala fe, no produjo el menor rubor en Navarro y Ester; igual hasta quedaron contentos con su hazaña.
Ahora sucede igual, tres años después, con esta propuesta para el Día de las Letras Canarias que demuestra, además, la enorme descoordinación de este Parlamento que agoniza. Porque su mesa, con la presencia de Antonio Castro, Paquita Luengo y Cristina Tavío, adquirió con la Fundación Pancho Guerra el compromiso de promover que tan señalada fecha sirviera para reconocer la obra del escritor tirajanero, autor de ‘Los cuentos famosos de Pepe Monagas’ o del extraordinario ‘Léxico de Gran Canaria’, del que se cumplió el centenario de su nacimiento el pasado año.
De todos modos, la cancaburrada parlamentaria abre nuevas puertas a iniciativas creativas en nuestra Comunidad. Así, se podía proponer el premio Canarias de Deportes para Los Sabandeños, el de Bellas Artes e Interpretación para Pedrito, el de Comunicación para la ex consejera Rita Martín y, ya puestos, el de Acciones Altruistas y Solidarias al generoso juez del caso Tebeto. Todo se andará.
martes, 8 de febrero de 2011
Ni ZP ni Rajoy, Rivero presidente
No salgo de mi estupor. Varios de los medios de comunicación canarios han titulado a todo trapo con la valoración de Paulino Rivero en la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) correspondiente al reciente mes de enero, la misma que coloca al PP diez puntos por delante del PSOE en intención de voto. “Rivero, el tercer político más valorado de España”, “Rivero supera en valoración a Zapatero”, son algunos de esos titulares para la insular historia del riqui raca.
Los medios digitales, radios y televisiones destacan que Rivero obtenga un 3,38 de nota frente al 3,30 de Zapatero o el 3,25 de Rajoy (menudo líder de la oposición, por cierto, menos valorado que el presidente que tiene que cargar con las consecuencias de la crisis y, especialmente, los millones de parados), y sólo aventajado en valoración ciudadana por Durán i Lleida (4,40) y Rosa Díez (3,75), así como por el ministro Rubalcaba, único que aprueba de este Gobierno náufrago, superando el 5.
Me meto en las tripas de la encuesta y descubro de dónde sale la información (página 8, pregunta 11: “Le agradecería que me indicara si conoce a cada uno de los siguientes líderes políticos y qué valoración le merece su actuación”). Y es distinta, bien distinta, a cómo nos la cuentan, digamos que de manera parcial e incompleta. Porque resulta que esa nota, ese 3,38, se establece con un conocimiento de Rivero de sólo el 15,3% de los encuestados frente al 97,2% de Zapatero, el 95,8% de Rajoy, el 58,5% de la líder de UPyD, el 48,8% del dirigente de CiU o, incluso, el 33,3% del republicano Joan Puigcercós.
De hecho, el presidente canario, pese a haber presidido la comisión de investigación del 11-M, tiene los niveles de notoriedad más bajos, a la altura de Uxue Barkos, de Nabai (formación que logró 62.073 votos en Navarra en las generales de 2008), que es conocida por el 11,3%, y sólo se destaca de Yolanda Barcina (9,1%) y Guillerme Vázquez (8,7%).
Con los titulares de los medios de las Islas ya me veía yo a Rivero como consagración de la tercera vía: ni Rajoy, ni Zapatero, ni Rubalcaba, ni Cayo Lara, ni Rosa Díez, ni un tecnócrata catalán, nada de nada, Paulino al frente de los destinos del Estado, departiendo con el Rey en el palacio de Marivent, con la policía autonómica en La Moncloa y el dirigente de CC declarando de interés general todos los partidos de fútbol de primera, segunda y segunda B.
Pero mi gozo en un pozo. Paulino no apunta, pese a tanto bombo y platillo mediático, a ser el primer presidente nacionalista y ultraperiférico del estado plurinacional español. La realidad de ese escuálido 3,38 con un 15,3% de conocimiento es mucho menos esplendorosa y relativiza mucho esas campanas al vuelo tan alegremente lanzadas de forma claramente infundada. La tercera vía tendrá que seguir esperando.
Enrique Bethencourt
miércoles, 2 de febrero de 2011
El general interés
No coincido en casi nada en su manera de concebir el fútbol (le entusiasma el pelotazo y le aburre soberanamente el actual juego del Barcelona, justo al revés de lo que yo siento), pero reconozco compartir con el ex seleccionador Javier Clemente su opinión cuando fue interrogado sobre la declaración de determinados partidos de interés general. “¿De interés general? De interés general son la educación y la sanidad públicas”, respondió el entrenador vasco en medio de aquella polémica sobre los derechos televisivos y la denominada Ley Cascos.
Recordé aquella reflexión en voz alta del hoy seleccionador de Camerún en estos días en que el Gobierno de Canarias ha decidido declarar de interés general el partido de liga entre el CD Tenerife y la UD Las Palmas, agarrándose a nuestra condición de territorio ultraperiférico, a la fragmentación insular y a todas y cada una de nuestras especificidades.
Una situación que, al parecer, impide que decenas de miles de hombres y mujeres de todas las islas vayamos en laica y deportiva peregrinación hasta el Heliodoro a presenciar el duelo entre dos de los equipos más flojos de la segunda división.
Porque por la tele lo veríamos, aunque fuera en Canal +, como demuestran las altas audiencias de esta cadena cuando de atractivos partidos se trata, mejorando de paso los ingresos de cafeterías, bares y restaurantes; dinamizando, por tanto, el consumo y mejorando la economía del sector servicios.
Según responden desde la Liga de Fútbol Profesional, el Ejecutivo de Rivero se agarra a una Ley aprobada en 1997, pero que ya quedó sin efecto ante la entrada en vigor, en mayo de 2010, de la ley General de la Comunicación Audiovisual. Esto sería un patinazo de los servicios jurídicos, obligados a actualizarse en la materia.
Y se apunta a que sólo sería posible darlo en abierto apoquinando un fleje de millones de euros a Sogecable. Que el Gobierno, dadas las apreturas de los Presupuestos de la Comunidad Canaria para 2011, podría distraer de las sustituciones docentes o de las perras para las personas aquejadas de cualquier tipo de dependencia.
Me reconozco futbolero y seguidor desde hace cuatro décadas de la UD, pero se me antoja una impertinencia demagógica colocar al fútbol esa etiqueta de interés general que prefiero, como Clemente, le corresponda a la sanidad, a la educación o a los servicios sociales.
Seguro que pensando (y actuando) de esta forma nos iría mucho mejor como sociedad y tendríamos menos lastres culturales y sociales que los que actualmente padecemos.
martes, 1 de febrero de 2011
Los 314.400 de Rivero (y Soria)
Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del último trimestre de 2010, publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), confirman la grave situación de Canarias: 314.400 desempleados, el 28,89% de su población activa, ocho puntos y medio por encima de la media estatal (20,33%), que tampoco es un porcentaje como para tirar voladores, y que se sitúa entre las más altas de la Unión Europea.
Canarias casi triplica, por cierto, la tasa del País Vasco, 10,89%, la comunidad con mejores datos por delante de Navarra y Cantabria, ambas por debajo del 15%.
Se desactivan, una vez más, los discursos de los gobiernos de Canarias, el del PP y CC hasta octubre, y el actual de CC en solitario, que han venido prometiendo alegremente 20.000, 40.000 y hasta 80.000 empleos en plan subasta, desarrollando una desvergonzada actividad propagandística en un asunto demasiado serio para que jueguen con el sufrimiento y las esperanzas de los ciudadanos y ciudadanas.
Aunque siempre les queda, lo hacen con demasiada frecuencia, la estrategia de achacar el aumento del paro en esta tierra a las erróneas y erráticas políticas de Rodríguez Zapatero; y, por contra, atribuir su disminución, cuando se produce, a los brillantes aciertos del Ejecutivo canario. Un discurso que ha dejado de ser creíble.
Lejanos ya los tiempos en que, al comienzo de la actual legislatura autonómica, el ex consejero de Empleo y actual titular de la cartera de Economía y Hacienda visualizaba que el pleno empleo estaba a punto de alcanzarse, el Ejecutivo canario se empeña en los últimos dos años en desarrollar un doble lenguaje respecto a la evolución del empleo en el Archipiélago.
Por un lado, ante la opinión pública transmiten su compromiso de generación de decenas de miles de puestos de trabajo a corto plazo. Por otro, en los Presupuestos de la Comunidad Autónoma, de conocimiento mucho más restringido, reconocen que el desempleo permanecerá estable en 2011 y que, a lo sumo, se reducirá alguna décima, lo que equivale a la preocupante estabilidad en torno a los 300.000 parados.
Las previsiones de crecimiento económico de Canarias para el presente año, en torno al 1%, dadas a conocer recientemente por el consejero de Economía y Hacienda, mejoran ligeramente los pronósticos reflejados en las cuentas públicas (0,4%), pero confirman al mismo tiempo que en 2011 no se generará empleo neto (haría falta un crecimiento superior al 2%) y que, como mucho, se frenará la brutal destrucción de empresas y de puestos de trabajo de los últimos años, que nos ha situado a la cabeza del paro en Europa y que ha disparado los niveles de empobrecimiento de la población de las Islas.
Eso sí, consuela bastante que el presidente Rivero analice la EPA y concluya que "Canarias es de las comunidades donde menos se incrementa el paro"; o que Soria, por su parte, reflexione sobre el poco éxito de las medidas de los Gobiernos de España y de Canarias en materia de empleo, como si él no hubiese estado al frente de la economía canaria hasta hace tres meses.
Tengo la impresión de que hay 314.400 razones para pensar que uno y otro , Rivero y Soria, Soria y Rivero, debieran asumir, al menos, su cuota de responsabilidad, renunciando además al electoralismo y a las falsas promesas en tan dramático asunto. Aunque mucho me temo que no caerá esa breva.
lunes, 17 de enero de 2011
Viagra para PISA
Un anuncio presenta a la archifamosa torre de Pisa completamente vertical, sin atisbo alguno de la involuntaria inclinación que la ha hecho tan famosa y tan visitada por turistas procedentes de todo el mundo, lo que confirma que, a veces, los errores son muy productivos.
‘We erect the world’ es el lema –de fácil traducción- de esa campaña de la más científica que milagrosa viagra, que aparece en los manuales de publicidad creativa junto a otras imaginativas propuestas.
El documento con una selección de ingeniosa publicidad llegó a mi ordenador, casualidades de la vida, el mismo día de la publicación del informe PISA 2009, que nada tiene que ver con la inclinada torre italiana; un estudio que no evalúa conocimientos, sino competencias básicas (la capacidad para usar lo aprendido en la vida cotidiana) del alumnado de 15 años (el que acaba la etapa de Secundaria Obligatoria) en comprensión lectora, matemáticas y ciencias.
En este informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en el que participan 65 países, se muestra el estancamiento del sistema educativo español que, sin ser de los peores, no logra colocarse en los niveles punteros de los países más desarrollados. Y, en nuestro caso, el canario, reitera esa condición de furgón de cola del sistema educativo español, junto a Andalucía y las ciudades autónomas, que repiten distintas investigaciones educativas.
Pero hay que señalar que no se presentan abismos entre las diferentes comunidades autónomas, con diferencias que suponen sólo hasta el 4% en el conjunto de los resultados. Siendo mayores las distancias entre centros educativos (hasta un 20%) y entre alumnos de un mismo centro (un 70%).
Influyen, ciertamente, las condiciones socioeconómicas de las familias y el ambiente cultural, con un dato claro al respecto: la diferencia media entre los alumnos que tienen en casa menos de 10 libros y más de 500 es de 124 puntos en España y de 126 para toda la OCDE. Y otros muchos factores, desde la inversión educativa a la consideración económica y social de los profesionales de la educación.
Las reacciones ante la publicación de PISA han sido, en mi opinión, decepcionantes. Ni Consejería ni sindicatos docentes han realizado una lectura que suponga una asunción sincera y autocrítica de las responsabilidades que les corresponden a cada cual.
Porque la Administración –cuyo viceconsejero me reconoció que habían realizado la rueda de prensa de valoración del informe sin haber podido leer sus voluminosos contenidos- las tiene, y muchas, al ser quien decide la inversión, los recursos humanos y materiales y la orientación de las políticas; máxime cuando se vienen produciendo recortes más que preocupantes para el presente y el futuro de la educación en las Islas.
Como tienen su cuota en el proceso y los resultados alcanzados el profesorado, que imparte docencia en las aulas, y las familias, así como los propios alumnos y su mayor o menor esfuerzo.
Me temo que una vez más, ante la disfunción, ante la flacidez del sistema educativo, muchos de los actores parecen conformarse con recetar una aspirina, en vez de prescribir al paciente la más efectiva ‘viagra’, en este caso, la de la priorización política de la educación y la adopción de compromisos colectivos para superar su peligroso estancamiento y sus graves consecuencias económicas y sociales.
Enrique Bethencourt
lunes, 3 de enero de 2011
Canción de Año Nuevo: ¡Qué bueno vivir aquí!
Líderes en paro, más de siete puntos por encima de la media estatal, más de 300.000 desempleados según la Encuesta de Población Activa (EPA). Una buena parte de ellos sin la menor posibilidad de insertarse en el mundo laboral. Con un Gobierno, el canario, que promete 80.000 empleos en nueve meses y, al tiempo, reconoce en sus Presupuestos para 2011 que el paro sólo bajara tres décimas el año que acaba de empezar, ‘santa Rita, santa Rita, que nos quedemos como estamos’, parecen decir.
A la cola en Educación, como ha demostrado el PISA 2009 –los últimos de España, salvo Ceuta y Melilla, en las competencias básicas analizadas: comprensión lectora, matemáticas o ciencias-, como concluyen uno y otro estudio, que nos recuerdan nuestro elevado fracaso, nuestras altas tasas de abandono escolar prematuro, la escasa cualificación de nuestra gente y lo que ello supone en la empleabilidad.
Cada vez peor en Sanidad, con una ciudadanía que la suspende y que, en caso de situaciones complicadas para la salud, de una intervención quirúrgica, optaría por un hospital privado, cosa que no ocurre en ningún otro lugar del Estado.
Campeones en pobreza, con una parte significativa de la población en situación de riesgo de marginalidad. A la cola en cuantía de los salarios privados (salvo Extremadura) y en cabeza en volumen de economía sumergida. Y con una cesta de la compra por las nubes.
En los primeros puestos en violencia de género. Setenta y dos víctimas mortales en los últimos diez años; y el 8% de todas las asesinadas en el Estado por sus parejas o exparejas en 2010, pese a representar sólo el 4,5% de la población.
Los últimos, los peores de todas las comunidades autónomas que ya tiene mérito, en la aplicación de la Ley de la Dependencia, por la desidia de un Gobierno que se ha cargado en las Islas una de las aportaciones más avanzadas de la última década.
Un 0,5 sacamos en el último análisis del Observatorio de la Dependencia de la Asociación de Directores y Gerentes de Servicios Sociales, cerca de Madrid y Valencia, que obtienen un 2, pero muy lejos de Castilla-La Mancha (9 puntos sobre diez), Castilla y León (9), Aragón y País Vasco, ambas con un notable alto (8,5).
Ávidos consumidores, asimismo, de los más nauseabundos subproductos televisivos, el ‘belenestebismo’ tiene en las Islas uno de sus más poblados feudos.
A lo que se une una baja calidad democrática, con un Gobierno apoyado sólo por el 23% del electorado y que representa a 19 de los 60 diputados del Parlamento; con una ley electoral chiripitifláutica que en los comicios autonómicos de 2007 dejó sin representación a 150.000 electores, el 16% de los que se acercaron a las urnas, frente al 2,4% de Cataluña o el 1,2% del País Vasco.
No sé si se puede decir, como en el anuncio de una marca de cerveza, ¡qué bueno vivir aquí! Y a estas alturas del partido no vale echarle todas las culpas a los malvados centralistas, a la pervivencia de las consecuencias del tratamiento colonial que recibimos durante siglos y a olvidos de la metrópoli que, ciertamente, aún perduran. Porque, para que las cosas estén como están, en algo habremos errado los canarios en casi 30 años de autogobierno…
Pero debo estar completamente equivocado: Marimar Julios acaba de anunciar, sin inmutarse, que PSOE y PP están hundiendo a España. Lo dicho. ¡Qué bueno vivir aquí!
Enrique Bethencourt